martes, 3 de enero de 2017

Sigo pensando en ella

Era sábado y ya estaba de vacaciones/había muchos carros y avanzaba lento/manejaba por el centro de Guadalajara/mi hermana me esperaba frente la librería/compró un libro para mi hermano, una agenda y un libro para regalar/me di cuenta que casi no traía gasolina/el tráfico seguía lento/eché 100 pesos de gasolina y un litro de aceite para el motor/ya quería estar en Tecolotlán/esa tarde los locutores de la radio se habían ido de vacaciones y escuchaba música electrónica en mi estación favorita/el sol no me dejaba ver y me puse uno lentes oscuros/mi hermana ya estaba dormida/la salida por López Mateos estaba más lento de lo normal/la señal del radio fallaba y cambie de estación/escuchaba música clásica en la estación que usa mi hermana para estudiar/el tráfico comenzó a fluir y me cambié al carril de alta velocidad/rebasé una camioneta blanca, tipo Durango/en el asiento detrás del chofer/iba una mujer sentada al revés/veía para atrás/el sol me encandilaba/me le quedé viendo/cuando pude ver descubrí que ella era hermosa/también me veía/no hice otra cosa más que enamorarme/miraba la camioneta por el retrovisor/se estaban quedando por su carril/desaceleré para que me alcanzaran/se cambiaron a mi carril/iban tres o cuatro carros tras de mi/se me perdieron/buscaba camionetas blancas para volverla a ver/pasando las Plazas Outlet la vi/me rebasó antes de llegar a Las Cuatas/la vi otra vez pasar a mi lado/me vio otra vez pasar a su lado/ya no había tráfico y avanzaban rápido/pensé en escribir mi número, alcanzarla y dárselo/ella sacaba su mano y hacía señas/estaba seguro que ya me amaba/no podía alcanzarlos/el Atos no corre rápido e iba cargado de ropa y chucerías y eso lo hacía más lento/se me perdieron un momento/pasé por una gosolinería y vi una camioneta igual/perdí las esperanzas de volverla a ver/un trailer entorpecía el tráfico/ahí la volví a ver/estaba detrás de ella/rebasó el trailer/yo lo hice después y otra vez se alejaron/los vi antes de la intersección a Colima/supliqué por que le dieran para el rumbo de Teco/así lo hicieron y aceleré/la aguja del marcador de gasolina iba bajando/no podía detenerme o la perdería para siempre/por más que aceleraba no lograba alcanzarlos/ella había cerrado su ventanilla y ya miraba al frente/en Villa Corona me pasé dos semáforos para alcanzarla/en el último sólo se interponía un carro para que llegara a ella/otra vez se alejó/empezaba a oscurecer/me estaba quedando sin gasolina/los carros comenzaron a encender sus luces/no quise quitarme los lentes para que me reconociera/la alcancé en el crucero de Cofradía de la Luz/estaba detrás de ella pero ella ahora miraba al frente/se volvió a alejar/pensé en pasarme los altos en Cocula para ponerme a su lado/iban por el carril de alta velocidad/llegando a Cocula disminuyeron la velocidad/casi los alcanzo/me fui por su lado derecho/en el semáforo donde está la gosolinería me puse a su lado/ella estaba del otro lado mirando por la ventanilla/no me veía/de seguro pensaba en mi/estuve a punto de gritar para que volteara/el semáforo se puso en verde/ellos no avanzaban/me pitaron los de atrás/avancé y vi como ellos no se movían/me detuve en el próximo semáforo y alcancé a ver como daban vuelta/debe ser de Cocula/¿o sólo llegó por unos tacos?/me quité los lentes y me fui más lento/esperaba que me alcanzaran/mi hermana despertó/ya era de noche cuando llegué a Teco/no la volví a ver/debí regresar a Cocula y buscarla/debe estar pensando en mi/sigo pensando en ella.

Enero del 2013 https://www.facebook.com/dossep/posts/10151214704361868

martes, 9 de julio de 2013

Libérala Señor

Ella gritaba cuando le echaban agua bendita, decía que le quemaba, que la dejáramos, que nos fuéramos. Era como un exorcismo, yo tenía miedo, mucho miedo. Estaba asustado, rezando mentalmente, gritando con la mente "libérala Señor". Estaba oscuro, mi amiga estaba recostada en un sofá, llovía. Unas cuantas velas iluminaban el lugar, el viento de vez en cuando las apagaba. Los truenos y relámpagos hacían que se incrementara más mi miedo y seguía rezando.

Todo pasó cuando estaba en la prepa, yo tenía 16 o 17 años, mi amiga no era muy sociable (con las mujeres) la mayoría de las mujeres de la prepa la odiaban, se juntaba con un pequeño grupo de mujeres y conmigo y mis amigos. Varias veces nos salíamos de clases y nos íbamos a una escuela abandonada en San Buenaventura, ahí tomamos mucha cerveza, a veces alguien llevaba una cámara y grabamos películas porno, pero ya saben, sin lo porno. Ella bailaba frente amigos muy tímidos, se sentaba sobre ellos y les movía el culo primero lento, luego rápido, ellos se ponían rojos, a veces sonreían de nervios. Nunca me quiso bailar a mi. Tú estás loco, decía, tú si me agarras las nalgas.

En algunas clases nos sentábamos juntos, yo estaba un poco enamorado de ella. Ella decía que no iba a pasar nada entre nosotros porque yo le gustaba mucho como amigo, si intentábamos algo más me haría sufrir y nuestra amistad iba a terminar. Ella era muy inteligente, en clases ella me contaba sus aventuras y me pidió que yo escribiera un libro sobre eso. Me contó como con 14 años fue a la casa de su novio que era mucho mayor que ella y se encontró con una cantidad industrial de pétalos de rosas sobre la cama, así fue su primera vez. Después como comenzó a salir con personas que hacían negocios ilegales, como iba con ellos a tomar en una casa donde en una esquina había alguien inhalando cocaína, otra esquina una pareja teniendo relaciones, alguien más bailando exótica-mente y ella con su novio sirviendo los tragos de whisky. Me contó de sus viajes en avioneta, de la vez andando en un Jeep se voltearon y quedó colgando amarrada con el cinturón de seguridad.

Todo eso me lo contaba en clases, los maestros nos veían reír y nos preguntaban sobre la clase. En ese tiempo yo tenía la habilidad de entender la clase mientras hacía otras cosas. A veces me ponía a jugar ajedrez con un compañero en clases, o me robaba un libro de la biblioteca y lo leía en clases, otras veces no iba a clases y 10 minutos antes del examen leía los apuntes de mis compañeras y era de los que mejor le iba en los exámenes. Nunca tuvimos problemas por platicar en clases, nos divertíamos con los maestros. Ella decía que deberíamos ir (juntos) con un psiquiatra para tratar de ponerlo loco.

Una tarde lluviosa un amigo fue por mi, me dijo que a ella la habían tratado de violar, la habían golpeado, estaba mal. Él y otro amigo estaban en un grupo de la Iglesia y querían ir a hacerle una oración de liberación porque ella estaba enojada con Dios. En ese tiempo comenzaba a leer a Nietzsche y estaba en mi etapa de ateo, pero como estaba lloviendo y no tendría otras cosas que hacer, accedí a ir con ellos.

Llegamos poco antes del anochecer, no había luz en la casa. Eramos no más de 10 personas, nos metimos a la sala después que alguien fue por velas. Ella estaba recostada en el sofá, tenía la cara hinchada por los golpes. Comenzó a hablar de lo sucedido, como gritaba cuando la golpeaban, como los vecinos no hicieron nada y la dejaron tirada un buen tiempo. ¿Por qué me pasan estas cosas a mi? se preguntaba, ¿Si Dios existe por que no me ayudó? comenzó a dudar de la existencia de Dios, el Dios que la abandonó, el Dios en el que ya no creía.

Nos sentamos a su alrededor, ya era de noche y no dejaba de llover. Nos pidieron que cerráramos los ojos, hiciéramos una cruz con nuestros dedos y dijéramos "libérala señor". Así estuvimos varios minutos repitiendo eso, alguien caminaba detrás de nosotros y nos ponía aceite en la nuca, decía que era para evitar que los demonios entraran en nosotros. Comenzaba a llover más fuerte, los relámpagos retumbaban en toda la casa, mi amiga se quejaba, primero quedito, después gritaba. Escuché a la persona que nos ponía el aceite decir "no vamos a poder nosotros, debimos traer al Padre". Ella gritaba más fuerte, nuestros rezos también subieron en intensidad, cuando abrí los ojos pude ver a dos personas que la sujetaban, una de los brazos, otra de los pies, ella se retorcía, tenía mucha fuerza, no la podían detener. Ella gritaba, nosotros seguíamos rezando. Alguien le colocó una Biblia en el pecho y ella la aventó, un amigo estaba cerca de ella hablando en un idioma extraño, me dijeron que era el "don de lenguas" que muy pocas personas lo tienen. Ella se quejaba, gritaba y luego se reía, se reía mucho. No me van a hacer nada, decía, no van a poder conmigo, gritaba y luego se reía. Ella es mía, ya me pertenece, gritaba y volvía a reír. Alguien le aventó agua bendita y ella se quejaba y gritaba que le quemaba, que no hicieran eso, el agua bendita la quemaba. Volví a escuchar a la persona del aceite decir que no íbamos a poder que había sido un error hacerlo sin el Padre. Luego ella como que se desmayó, se quedó dormida. Todos sonrieron, aliviados de que ya había pasado.

Cuando despertó, estaba muy confundida, no recordaba mucho lo que pasó, dijo haberse sentido en un sueño, en un lugar oscuro donde estaba el Diablo y al otro lado nosotros, que peleábamos por ella. El Diablo le decía que le pertenecía a él. Él le había dado todo lo que ella pedía, inteligencia, belleza, hombres, todo. Pero que nosotros con los rezos la jalábamos y no la dejábamos ir con él. Alguien preguntó sobre quién había ganado, a que lado se había ido, ella dijo que ya todo estaba bien y se quedó sonriendo.

jueves, 20 de junio de 2013

DESTINO

Llegué a Periférico y San Isidro, iba para Alcazar Treinta. Tenía tiempo de sobra así que decidí caminar por el camino que va a Las Cañadas. Pensé en lo que me dijo un amigo sobre el destino, él cree que todo está escrito, no usa cinturón de seguridad cuando maneja porque dice que si se va a morir en un accidente lo hará aunque traiga el cinturón. ¿Cómo saber si las decisiones que se toman no van en contra del destino? Tal vez mi destino era subir al camión y no caminar porque en el camión estaría el amor de mi vida. Reí.

Había mucho tráfico, a un lado de mi pasó lentamente el camión al que debí subir. En la ventanilla vi a una rubia, con lentes oscuros, la mayoría de las mujeres se ven bonitas con lentes oscuros, la imaginé sin lentes y seguía siendo bonita. Ella me miró y sonrió. Mi destino era subir a ese camión. 20 metros adelante de mi se detuvo. Estuve a punto de correr para subir ¿y si mi destino era caminar? el camión se fue.

Era una tarde soleada, me sentí como en California, California de las películas y las fotos de #Instagram porque cuando fui era como México y con negros. Como la vez que un guatemalteco nos llevó a mi hermano y a mi a acompañarlo a comprar marihuana "de la buena" nos dejó en el carro y un negro trataba de vendernos un celular robado pero no entendimos su inglés.

Caminé con la idea de estar en California, palmeras en el camellón, imaginé alguna canción de Tame Impala como sountrack (son australianos pero su música es taaaaan californiana) vi una rubia a lo lejos, venía hacía mi ¿la rubia del camión? no, no traía lentes oscuros. Traía una blusa blanca muy holgada, unos leggins con patterns de lo sioux. "Es tan 2011" pensé y la pude imaginar en mi dash de Tumblr. Mi destino era caminar.

Llevaba unos huaraches que dejaban ver sus largos dedos, los vi y me sentí como en una película de Quentin Tarantino siguiendo los pies, se me antojó morder su dedo gordo. ¿Qué le voy a decir cuando pase junto a mi? ¿Mi destino es conocerte? ¿Te puedo morder el pie? era delgada, ahora sonaba Mind Mischief de Tame Impala. Pasó junto a mi y no le dije nada. Ella ni me miró. ¿Acaso vio como miraba sus pies y pensó que soy un pervertido? debo encontrar una manera de comunicarme con desconocidas. Hace mucho vi en tumblr varias imagenes de tarjetas de presentación: fulanito de tal "Promotor del fin del mundo", "Agente de viejas", "Destructor de capas gélidas en eventos sociales" y su user deTwitter. Me di cuenta que debo hacer algo así, y entregar las tarjetas a las desconocidas que crea que pueden ser el amor de mi vida, sólo me falta escoger una "profesión", es mi destino.

lunes, 3 de diciembre de 2012

FIL 2012

La cosa fue rápida por los carriles centrales de Lázaro Cárdenas hasta que me salí a la lateral para agarrar Mariano Otero. Tardé 5 canciones y 4 cortes comerciales de la estación de radio que estaba escuchando para encontrar estacionamiento. Tifanny me envió un mensaje diciendo que ella ySilvestre ya estaban dentro de la FIL esperándome. Estando formado en la taquilla Fanny me envió otro mensaje diciendo que Xavier Velasco estaba firmando libros. Silver buscaba Rayuela de Cortázar, yo no tenía pensado comprar algún libro pero he perdido la esperanza que alguien me regale Rayuela así que lo compré. Silver compró varios libros más, uno de Benedetti, La Edad de la Punzada de Xavier Velasco y otros más. Le dije que el mejor de Xavier Velasco es Diablo Guardián y lo compró. Fanny cargaba libros mientras nosotros veíamos mujeres formados para que Xavier firmara libros. Él ya no traía muletas...

[Estoy cansado de firmar libros desde las 5 pm, faltan pocos minutos para las 9, ya me quiero ir, necesito otro trago, ya se me está bajando. Éste wey quiere que le firme libros para toda su familia (...) Estos otros parecen agradables, sólo dos libros a firmar, uno de ellos fue el que casi me tumba hace dos días, ahora quieren tomarse fotos conmigo, no deben de haber leído mucho sobre mi].

... En el foro estaban tocando Los Tres, Fanny se quería meter a la fila para no formarse, Silver y yo le comentamos que eso estaba mal, debemos ser honestos para mejorar con acciones el país y el mundo que cada quién debe poner su grano de arena. Ella decía que un granito malo no haría la diferencia. Nos formamos hasta el final y logramos entrar, el foro estaba muy lleno y apenas y se podía caminar. Fuimos a la barra, la cerveza costaba $50. ¿Cuántas quieren? Tres. Esperen. El tipo tenía una forma muy peculiar de vaciar las cervezas en los vasos. Silver y yo lo observamos, él con un billete de $200 para pagar. ¿Debemos pagar las cervezas allá antes de pedirlas? Preguntó Silver, no sé, respondí. Nos dio las cervezas, Silver seguía con el billete en la mano, observé y sí debíamos pagar antes un boleto para canjearlo por las cervezas. Vámonos, vámonos le dije a Silver y nos fuimos con las cervezas. ¿Ya pagaron? Preguntó Fanny, sigue caminando, le dije y nos alejamos de la barra. No encontramos lugar y regresamos casi frente la barra. Fanny dijo que nosotros también eramos granitos malos por habernos robado las cervezas, le hicimos saber que nosotros somos igual de buenos como cuando nos formamos para entrar, nosotros no nos robamos esas cervezas, ellos nos las regalaron, hay diferencia.

Escuchamos a Los Tres, la música era agradable, la letra casi no se entendía, es difícil entender a los chilenos. Sólo me sé tres o cuatro canciones de ellos, me caí gordo, yo no era un fan verdadero, me cagan los pseudofans de mis grupos favoritos que sólo se saben la canción mas comercial de ellos, me había convertido en uno de ellos, vi una anciana tomar cerveza, bailar y cantar las canciones, todavía hay esperanza en el mundo. Se me acercó una mujer de unos 20 años, iba con su madre y traían un plato con comida, al principio creí que eran tacos, luego vi que era una hamburguesa. ¿Cuánto te costó tu cerveza? Creí que venía a cobrarme. $50. ¿Donde la compraste? Allá atrás. ¿En la barra? No, primero la tienes que pagar allá donde está la sombrilla y luego la recoges en la barra. Se fue, miré la fila para comprar cervezas, estaba muy larga, regresó 15 minutos después...

[Ellos se ven guapos y están tomando cerveza, yo sé que la cerveza la venden acá atrás pero les voy a preguntar a ellos para hacerles platica, chale, mi mamá es bien tragona, se trajo una hamburguesa, qué vergüenza, pero no me importa, me va a comprar una cerveza].

...Llegaron dos tipos con Silver, uno se presentó como El Barrabas del estadio Jalisco, el otro no recuerdo, presentó a Fanny como su esposa, El Barrabas la tomó de la mano, la besó y le dijo algo que no alcancé a escuchar. Se fueron y Silver contó una historia sobre él. Cada vez que juegan los Leones Negros en el Jalisco El Barrabas saca una biblia en lo alto de la tribuna y los que están abajo lo miran de pie e inclinan la cabeza como haciendo una reverencia, son un chingo y se ve bien mamón, termina Silver.

[Pinche Silver culero, la cagó ¿para que me presenta como su esposa? me había gustado el muchacho y ahora va a creer que estamos casados, como aquella vez que fuimos al Palenque y me presentó como su esposa con su amiga y cuando él le quiso comprar una cerveza ella pensando que coqueteaba estando casado le preguntó ¿no se va a enojar tu esposa? Pinche Silver es un desmadre].

... La noche fue buena, Los tres invitaron a cantar a una tipa que se parecía a Paquita la del Barrio y a un anciano que se parecía a todos los ancianos pero tocando guitarra. Atrás de mi una mujer de corta estatura me agarraba del hombro emocionada por los invitados, se enamoró de mi, ella estaba acompañada de su novio y vi como un reto darle mi número de teléfono sin que él se diera cuenta pero todavía no me terminaba la cerveza, ella me siguió toqueteando toda la noche. Después se subieron al escenario los de Café Tacvba y cantaron tres o cuatro canciones, a ellos los había visto antes cuando acompañaron a Jaime López pero nunca los he visto en un concierto suyo. Cuando tocaban Déjate Caer los tacubos comenzaron a bailar como en el video de esa canción, la gente enloqueció.

Ya solos otra vez Los Tres tocaron Quien Es La Que Viene Allí, una de las pocas que me sé y tal vez mi favorita, a unos metros de nosotros había dos mujeres bailando una mezcla de reggaeton y swing, una de ellas llevaba un vestido floreado, no llevaba sostén y parecía que aplaudía con sus chichis, nos equivocamos de lugar, pensé, dejamos de ver a Los Tres para verlas bailar, estuve dispuesto a pedirle matrimonio pero me vi en la boda sin saber bailar y ella llevándose la noche con sus movimientos así que desistí.

Los Tres comenzaron a cantar El Jefe de Jefes y otra vez llamaron nuestra atención, fue la canción más cantada, Silver y Fanny bailaron como si fuera carnaval, de "cartoncito de cerveza". Siguieron tocando más canciones y nos fuimos antes de que se terminara, llegué a mi casa, me puse a ver el resumen de la final de fútbol de la Liga MX y le presumí a mi hermana el libro que compré. Qué bueno porque ya no tenía que leer, pero no lo vayas a regalar, me dijo.

miércoles, 29 de agosto de 2012

La única diferencia entre un loco y yo, es que yo no estoy loco


Entonces había oscurecido, llevaba más de 40 minutos en el camión de la ruta 78. Ya casi estaba seco. Me había mojado en el CUCEA cuando me aburrí de esperar más de 20 minutos a que dejara de llover y atravesé el periférico pisando charcos y dejando que la lluvia me mojara. En realidad no quería pero no lo pude evitar. El camión se detuvo y miré como una niña se reía frente la ventanilla. Lo que miraba era a un tipo en la banqueta que hacía movimientos extraños. Era canoso, usaba una playera de algun partido político, jeans deslavados y huaraches. Lo que le daba risa a la niña era lo que el tipo estaba haciendo. Se paraba, marchaba como soldado diez pasos, con una intensidad y fuerza como las que me faltaban cuando yo estaba en la escolta. Después se detenía, gritaba algo y levantaba la mano haciendo al frente y luego la movía a un lado, como diciendo "fuera", primero con la derecha luego con la izquierda, tres veces con cada mano mientras gritaba algo que no escuchaba, después se daba la vuelta, recorría los diez pasos, gritaba y daba media vuelta a hacer lo mismo. Lo vi hacer eso en el tiempo que duró el semáforo en rojo. Era curioso que en la esquina donde estaba parado había una pizzería llamada "Pizza Loca".

El camión avanzó y me quedé pensando en sí el tipo sabe que está loco, digo, para mi él estaba loco. ¿Qué lo habrá traumado para repetir lo mismo una y otra vez? ¿Cuándo fue que pasó de ser una persona normal a estar loco? Recordé cuando vivía por Periférico y Carretera a Tesistán de una señora que hablaba con los árboles, era igualita a la loca de los gatos de Los Simpson, igual. Con gatos siguiéndola y con una bolsa con basura y más gatos. La primera vez que la vi creí que me estaba hablando, no le entendí y le pregunté que quería. No me respondío. Me di cuenta que hablaba con un árbol pero no entendí que decía. ¿Ella porque habrá quedado loca? ¿Demasiadas drogas? ¿Un trauma con algo?

Recordé la frase de Dalí: "La única diferencia entre un loco y yo, es que yo no estoy loco", ¿Si los locos saben que están locos ya no son locos? ¿Los locos sienten que no están locos? Y me puse a pensar si yo algun día estaría así. Tal vez me obsesione con algo/alguien/ella y poco a poco me quede loco sin saberlo. ¿Y si ya estoy loco y no lo sé? ¿Si todos están locos y no lo saben?

El camión llegó a la parada donde me bajo después de una hora, así es siempre. Ya estaba seco. Caminé a la casa, es un recorrido de 10 minutos. A la mitad volvió a llover. Me quedé unos minutos en una tienda esperando que dejara de llover, había muchas personas. Me enfadé y caminé por la calle y me volví a mojar. Alcancé a escuchar a un niño que decía a su mamá: "mira ese señor qué loco". O tal vez lo imaginé.

viernes, 30 de marzo de 2012

La mejor persona del mundo.

La mejor persona del mundo.

Me emborracho cada tres días
siempre quedo mal
te ignoro cuando hablas de tus amigos
te veo las nalgas cuando caminas delante de mi
me imagino tus nalgas cuando caminas tras de mi
perdí tiempo
me faltó valor
no puedo comenzar de nuevo
no quieres que comience de nuevo
ya no te pienso todas las noches
me sobró tiempo
te faltó tiempo
los días pasan lento
tu vida pasa rápido
me dolerás otra vez
no soy para ti
no soy para ti
no soy para ti
mereces algo mejor
la mejor persona del mundo.

jueves, 1 de diciembre de 2011

La mujer equivocada


Restaurante argentino, cerveza cara, comida desabrida, vista a la calle, pantalla gigante, fútbol mediocre, una tarde de jueves. Ella: tatuaje en la espalda, peinado raro, sonrisa perfecta, sentimientos livianos, falda corta, piernas blancas, pechos pequeños. Él: Ideas confusas, pantalón roto, condones en el bolsillo, perfume oloroso, sudor en las manos, la cerveza a la boca, otra cerveza a la boca, otra más.
Ella preguntaba cosas, él veía el fútbol, ella comía, él tomaba cerveza. Hacía calor, o al menos el sentía calor. Estaba con la mujer más hermosa del lugar y solo pensaba en una cosa (al principio) en coger con ella. Después pensó en el fútbol, primero amó el fútbol y después a las mujeres. Se terminó el partido y volvió a pensar en coger con ella. ¿Cómo proponerle tener relaciones sin que se ofenda? Siguió bebiendo cerveza y ella comía. Mientras le contaba chistes malos sobre argentinos y ella se quejaba de sus amigas, él se preguntó en que la cagó. ¿Se abría enamorado de ella? Cada vez que se enamoraba de alguien tenía un sentimiento de culpa por querer coger y comenzaba a tratarlas bien, a respetarlas, a llevarlas a restaurantes argentinos y después ya no sabía que hacer, le partían el corazón cada vez que se enamoraba, aunque vivía con la esperanza de enamorarse otra vez de la persona correcta, la que también se enamorara de él. Pero ella no era esa mujer, el lo tenía bien clarito, cogerla todas las veces que se pueda pero sin enamorarse, no debía enamorarse de ella, era demasiado puta y volvería a sufrir por  una mujer. Ella tenía novio, él no se puede enamorar de alguien que tiene novio. El solo quería tener relaciones con ella y ella tal vez también. Pero la cosa fue mal cuando una noche le llevó flores. Un caro ramo de rosas. A ella le brillaron los ojos, dijo que nadie le había regalado un ramo tan hermoso. Las rosas no eran para ella. Él las había comprado para la última mujer de la que se había enamorado. Eran el último esfuerzo para que no lo dejara, pero no funcionó. Él con las flores se fue a beber whisky, borracho no quiso tirar las flores y se las llevó a ella. Ella se quejó que su novio nunca hacía cosas así y lo que había planeado como una relación informal y pasajera, tomo mayor importancia, para ambos.
Tenía miedo de estar enamorándose de la persona equivocada, otra vez. Bebía cerveza, mucha cerveza, tal vez borracho se atrevería a decirle que solo se la quería coger y ella tal vez borracha aceptaría, pero ella no bebía. La cosa estaba estancada, él seguía sin saber que  hacer. Se fueron. La llevó hasta la puerta del departamento, era el momento de decir algo, el se distraía con el frío que comenzaba a sentir, el ruido de una guitarra proveniente del departamento de arriba, tal vez no estaba borracho, al menos no lo suficiente para atreverse a insinuársele sin remordimientos. Todo pasaba lento. Él  la miraba sin poder decir algo, la tomó de las manos y la besó, un beso corto, se separaron y ella le dijo: “gracias por la noche de hoy, mañana no vengas, mañana viene mi novio” y se metió sin invitarlo a entrar. Él no dijo nada y se fue. Compró una botella de whisky, supo que estaba perdido, se había enamorado otra vez de la mujer equivocada.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Un tipo que quiere criar ranas en vez de gatos no es un buen tipo.


Raúl le contaba a Mandrake ―En el capítulo “Caso Resuelto” del libro “Mandrake y la Biblia de Maguncia” de Rubem Fonsea. ―Que su mujer lo había echado de casa por encontrar seis condones que el pretendía usar en un motel con una mujer espectacular. ―Rubem es brasileño, las mujeres brasileñas están bien sabrosas, al escribir una mujer espectacular, imagino que es una brasileña más sabrosa que una torta ahogada en la cruda después de una espectacular borrachera. ―Cuando Raúl le contaba lo que le pasó, Mandrake seguía pensando en… (se abre paréntesis).
“Al estar escribiendo esto, yo, que puedo ser: Adrián, Víctor, Víctor Adrián, dossep o Vicho, dejaré de escribir lo que dure la canción de Aeroesmith (Crazy) que estoy escuchando en el radio.”
(se cierra paréntesis)… continuando, Mandrake seguía pensando en su teoría: El miedo a engordar engorda más que una dieta rica en carbohidratos y grasas. Teoría por la cual había pasado al pensamiento de cómo un hombre se enamora, casi siempre sin saber. Que de pronto descubre que esta enamorado, no confundiendo el amor con las descargas eléctricas  que lo motivan a uno a uno solamente a llevar a la mujer a la cama y darle una buena cogida. Ahí se dio cuenta que seguía enamorado de Angélica, su novia, quien lo había echado de su casa por celosa creyendo que la engañaba con otra mujer. Ahí le dio “jaque mate” a su teoría anterior originada de un pensamiento de Pascal: “nada es tan intolerable para un hombre como un estado de completo descanso, sin pasiones; entonces siente soledad, desamparo, vacío.” Que lo había hecho preguntarse si su pasión por Angélica se había terminado.
Mientras leía todo esto, yo creaba mis propias teorías y pensamientos de martes por la noche. ¿Cómo saber cuando estoy enamorado? Para no confundir el amor con las descargas eléctricas y darme cuenta cuando la pasión que a veces siento se ha terminado. Por ejemplo la descarga eléctrica casi confundida con amor que sentí cuando no sentía (sic) atracción alguna por una mujer que al conocerla mis amigos decían que era una mujer espectacular. Mis (mi) amigos no dejaban de hablar de ella, me di cuenta que era (un poco) envidiado por salir con una mujer por la cual harían lo que sea por tenerla, incluso traicionarme (como amigos). Quise subir mi ego saliendo con ella, tratando de embriagarme para ver si nacía el amor. Aparecieron las descargas de las que hablaba Mandrake estando ebrio, pero una vez sobrio regresaba al pensamiento de Pascal. Ahí puedo descartar el enamoramiento. Otro caso: ¿Cómo saber cuando estoy enamorado después de un año? Bueno, no es un enamoramiento, es un pre-enamoramiento que ya tiene mas de un año, a veces intenso, a veces relajado, a veces con cenas, a veces sin cenas. Cuando es intenso cenamos juntos, cuando se relaja no cenamos juntos y trato de buscar por otro lado, luego me doy cuenta que el obligarme a enamorarme de alguien no funciona y llego al vacío emocional para después volver a intensificarme con ella hasta que otra vez no cenamos juntos. Esto es enfermizo por no llegar a los extremos, al extremo de pasar del pre-enamoramiento intenso para pasar al enamoramiento, o al extremo de relajación para que no haya pre-enamoramiento y no pensar en ella cuando me sienta vacío.
(Se abre parentesis)
Pasaron muchos días desde que escribí lo anterior, semanas, tal vez uno que otro mes. No tengo la menor idea de lo que quise decir. Tal vez estaba borracho, desilusionado o en un estado de pendejez de los que me llegan seguido. Trataré de seguir escribiendo a ver como termina. Si es que termina.
(Se cierra parentesis)
¿cómo saber si estoy enamorado? Creo que ese era el punto, creo que la única forma de saber si estoy enamorado de alguien es cuando la veo con otro y siento eso en el estomago que me hace vomitar. Fin, esto esto es una estupidez, la próxima vez que quiera escribir acerca del amor, me aseguraré de que haya la suficiente cerveza para no dejar nada a medias. Adios.

sábado, 26 de noviembre de 2011

PENDEJO

Ella tan guapa. Siempre ha sido guapa. Desde aquel día que la vi. Ella sonrió. Me enamoré. ¿Como no enamorarse? yo lo hice. Lo hicimos. Yo tenia novia. Ella era muy chica para tener novio. Le gustó a todos. Yo la quería de novia. Yo ya tenía novia. Me presentaron con ella. Me presenté. Chistes malos. Ella reía. Aún la veo reír. Es hermosa. Maravillosa. Conocía a mi novia. Era su prima. No me importó. Dejé de querer a mi novia. Pensaba más en ella que en mi novia. Las novias no importan si no las quieres. Yo no la quería. Yo quería a ella. Ella era muy chica. No podría ser mi novia. Yo quería que fuera mi novia. Yo quiero que sea mi novia. Nos hicimos amigos. Risas. Miradas. Coqueteo. Ella es tan guapa. ¿cómo no enamorarse?

Tarde. Nublada. Pronto lloverá. ¿Seguirá enojada? Quiero pedirle perdón. Ella camina. No la puedo alcanzar. Parece que llora. No quiero que llore. Me gusta verla sonreír. Camina. Espera. ¿Me escuchas? Te quiero decir algo. PARA. Es hermosa cuando se enoja. Hay mucha gente. ¿A donde van? ESPERA. Ella era muy chica. No podía ser mi novia. No la dejarían sus padres. No debí esperar a que creciera. Ella tuvo un novio. Aún lo tiene. No debí esperar. Me convertí en su mejor amigo. Al novio lo tuvo que haber dejado hace años. Ya que creciera. Eso esperaba. No lo hizo. Debe hacerlo.

¿Porque caminamos por la calle? ¿A quién seguimos? ESPERA. No llores. Verla llorar me pone triste. Ella es feliz. Siempre es feliz. No la merece su novio. El no la quiere. La deja sola mucho tiempo. Se va a los Estados Unidos a trabajar. Yo me quedo con ella. Salimos a fiestas cuando no esta. Tomamos vodka. Ella baila sobre la mesa. Yo no se bailar. Me hace bailar. Se ríe de mi. Me quiere enseñar a bailar. Me gusta el vodka. La llevé a su casa. No quería que bajara del coche. Ella tampoco quería bajar. Nos despedimos. Estuve a punto de besarla. Estuvo a punto de besarme. Hace frío. Se ve que llueve, a lo lejos. Ya no tomamos vodka. Me llamó al otro día. Dijo que había vomitado. La cabeza le iba a estallar. Pidió perdón. No recordaba nada. Yo no olvidaría nunca.

Ya esta lloviendo. Esta oscureciendo. ¿A donde vamos? DENTENTE. Ella no quería salir conmigo. Su novio no estaba. Y no quería salir. No contestaba mis llamadas. Debí besarla. Fiesta. Graduación. La vi. No más vodka. Ahora whisky. Ella no tomó. Me emborraché. Bailamos. ¿Porqué llora? Me la encargaron sus padres. Yo la llevaría al final. De la fiesta. La llevé. Le dije que la quería. Que la quiero. Desde siempre. Lloré. Lloró. Ella no me quiere. Quiere a su novio. Puta. Me ve como amigo. Pendeja. ¿No ves que yo te quiero? Déjalo. Llévame a mi casa. La llevé. Para. No. Ve más despacio. No. Por eso no me habla. Está enojada. Fui muy rápido.

Llueve más. PERDÓN. Ya no voy rápido. Al fin se detiene. La alcanzaré. Sigue llorando. Es hermosa. Mucha gente. ¿Qué hay ahí? Le hablan. Ella voltea. Vergas. Es su novio. Todavía no debe estar aquí. Tiene que llegar en un mes. Llegaré primero. Antes que él. Le pediré perdón. Él es un pendejo. No debes seguir con él. Yo te he esperado. Muchos años. PERDÓN. ¿Y ese ataúd? ¿Quién se murió? VERGAS. Soy yo.

jueves, 21 de julio de 2011

MILAGRO

A mi padrino Eric.



Él tenía 14 o 13 años, con los ojos rojos y llorosos no se podría distinguir su edad. Parado, con las manos metidas en en las bolsas del pantalón, un mariachi de fondo, tocando "Violín Huapango". Mucha gente a su al rededor, todos de pie. Había cierta tristeza en el aire, no recuerdo si era una tarde nublada o soleada, el clima es lo de menos. Él temblaba un poco. "Tú no estás muerto, tu cantar sigue despierto, yo lo escucho todavía en mi tierra tan querida" cantaba el mariachi mientras el cruzaba con más fuerza los dedos dentro del pantalón.

La mañana del día anterior él se había despertado más temprano que de costumbre, lo habían despertado, lo despertó el teléfono, sonó cuando no salía el sol, se quedó acostado, intentando dormir pero ya no pudo. Daba vueltas en la cama queriendo dormir, pero no pudo. Escuchó a su papá salir de la casa, a su mamá entrar al baño, volvió a escuchar el teléfono y la madre sollozar tratando de decir algo. Daba vueltas, apretaba los ojos para ver si así podía dormir, pero ya no lo logró. Solo escuchaba la respiración de su sobrino de tres años que se había quedado dormido en el sofá, todo lo demás era silencio. La noche anterior  el niño no quería dormir, seguía jugando playstation, seguía corriendo toda la noche, de madrugada, a las tres de la madrugada fue cuando quedó dormido en el sofá, él trató de llevarlo con todo y sofá al cuarto, porque si lo llevaba abrazado corría el riesgo que despertase y no quisiera dormir. Lo dejo dormir media hora, para que el sueño se hiciera mas profundo, empujo el sofá y el niño medio despertó, susurraba: "papa! papa!" casi eran las cuatro de la madrugada, llevó el sofá hasta el cuarto, ahí el niño ya estaba dormido otra vez. Por eso fue raro que se despertara tan temprano si casi no había dormido, él se levantó, mejor dicho, el niño fue y lo levanto de la cama, salieron a la cocina, ahí estaba su mamá, algo le dijo y a él se le pusieron los ojos rojos. El niño tenía hambre así que la mamá preparó huevos revueltos, él niño le echó medio bote de salsa catsup y se los comió con tortilla.

La mañana era fría, él estaba sentado en la banqueta, adormecido mentalmente, mirando el empedrado de la calle y de reojo al niño que corría por la banqueta. Escuchó un caballo que se acercaba, de lejos pudo ver que era su bisabuelo, casi noventa años y todas las mañanas se levantaba temprano para ir a caballo a su rancho. A esas horas el anciano ya debería de ir en camino al rancho, fue raro verlo de regreso, se acercó en su caballo, lo miró, después al niño y preguntó: "él es el niño?" Sí, contesto él. Se quedó un momento mirando al niño para después seguir en silencio con su caballo de regreso a casa. Él se quedo toda la mañana sentado en la banqueta, incluso después que la hermana de la mamá del niño fue por él. Se quedó mirando el empedrado, viendo llegar a  los familiares a su casa. Tíos y tías del pueblo, de Guadalajara, de Los Angeles, todos llegaban a su casa. Él estaba como ausente cuando entró a la casa, su mamá le ofreció de comer, él no quiso, no tenía hambre y se quedó callado en la sala. A la hora de la comida él seguía ausente, fue cuando llegó su papá, se levantó temblando, fue hacia él, lo abrazó y los dos comenzaron a llorar.

Él estaba sentado en una silla sobre la banqueta, había mucha gente, muchísima gente, la calle estaba cerrada, algunos bebían algo de alcohol otros café o canela, otros contaban chistes, las mujeres rezaban el rosario, él seguía ausente, con la mirada perdida, con la mente en blanco, llegó su mamá y le pregunto que si quería pasar a verlo, el acepto y la siguió, entraron a la casa, había muchas flores. Entre tantas flores y las veladoras pudo ver el ataúd, se acercó. Ahí estaba su padrino, el papá del niño, apretó la mandíbula que le comenzaba a temblar, apretó los puños, recordó la noche anterior como su padrino llegó con el niño a su casa, había tenido una discusión con su mujer, llego en short y con sandalias, le pidió ropa presta a su papá porque iría a Guadalajara con sus amigos, se puso las botas y sombrero de su papá, les dejó encargado el niño, prometió volver a la mañana. Su padrino se fue mientras el jugaba a que no tenía manos con el niño, cinco minutos después volvió su padrino a decirle a sus papás que le encargaba muchísimo al niño. Antes del amanecer habían timbrado el teléfono, les decían que habían tenido un accidente de regreso de Guadalajara y que había muerto. Él seguía frente al ataúd, una lagrima se le escapó. Recordó la historia que le había contado su mamá, que un tío tenía una enfermedad rara y que pensaban que estaba muerto, pero en el velorio su tío se había despertado y asustado a la gente, él pensó que su padrino podría hacer lo mismo, cerró los ojos e hizo un trato con Dios, le dijo que si mantenía los dedos de las manos cruzados su padrino iba a despertar, le daba de plazo antes del entierro, cruzo los dedos, metió las manos en el pantalón y fue a la calle a sentarse, una sonrisa se distinguía entre los ojos llorosos.

El mariachi seguía tocando, y él temblaba mas, apretaba la mandíbula, los dedos cruzados dentro del pantalón, había mucha gente, pero el no la miraba, no miraba si el cielo estaba nublado o soleado, no escuchaba a su tía llorar, solo miraba el ataúd, esperando escuchar un grito de auxilio, rompió en llanto cuando bajaron el ataúd a la tumba, entonces miró a la mamá de su padrino llorar entre sus tías, a la hermana de su padrino arrojar flores a la tumba mientras la tapaban, a su papá sollozando tratando de contener el llanto, se preguntó si durante la noche no había descruzado los dedos sin querer, él lloraba esperando el milagro mientras el mariachi seguía tocando.