jueves, 7 de octubre de 2010

polaroid

Despiertas, ves la hora, no hay tiempo para 5 minutos más. Facilisimo. Te levantas, te vistes y te vas.

Un fotógrafo, amateur? lo primero que encuentres, ah y la cámara? quedaría mejor con una lomo, pero no hay tiempo para buscar, tiempo? ajá tiempo. Tengo una polaroid, con eso es suficiente. El fotógrafo? puede ser fotógrafa? no importa, lo que sea. Ahí está el fotógrafo Fulanito de Tal y Tal (sic).

En donde? cualquier lugar es bueno, alguna pared, debajo de un árbol, dentro del baño, o en la carretera. Listo, ahí hay una pared sin pintar, solo serán tu y los ladrillos.

Ahora que estas entre la pared y el señorfotografoamateur debes poner esa cara, recuerdas la cara? Si la recuerdo, tengo la sensación, pero... como era? la primera de sueño, la segunda de estupor, la última de felicidad, felicidad? así es, felicidad porque quedaste sorprendido con ella. Pero ella no vio esa cara. Tardó en aparecer, te fuiste, manejando todavía con algo de estupor y sueño, la imaginaste: sonriendo? cantando? no sé, la imaginaste. Fui ahí cuando apareció la cara de felicidad con la sonrisa, TU-SON-RI-SA, después ella, otra vez, cantando? sonriendo? no sé, pero ella. Cuánto duro esa cara? ni mucho ni poco, lo suficiente para volverla a tener (la sonrisa? a ella) a las dos.

La foto, ajá la foto. Mmmh no recuerdo la cara, bueno, si la recuerdo, pero no puedo ponerla. A ver. El fotógrafo, la pared, la cámara, tu, ya está todo y la cara? No te sale, ajá, mmmh. Para qué la foto? para verme feliz, no tengo fotos donde este feliz. Solución: ve con ella, que vuelva la cara, y no necesitarás más fotos. Si ella no quiere? ve, una vez más si querrá, dos no sé, ajá. Vuelves y te tomas una foto (con la polaroid) y la guardas por si no hay segunda vez, aja. Ese lonche no me gustó (lo sé) tendré que ir por tacos, ajá.

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