Yo tenía muchos trabajos pendientes, fué cuando aún estudiaba Diseño Gráfico, pero tanía hambre. Esa sería una noche larga, acostarme a 4 a.m. y levantarme a las 8, eran las 11 de la noche. En ese tiempo vivía en un departamento con mi Tío Saúl, él trabaja en un taller mecánico y como es uno de los socios/dueños siempre llegaba tarde, de vez en cuando le hablan de madrugada y se iba.
Dejé de dibujar un momento y me preparé lo que mejor me sale: cereal con leche. La tele todavía no la arreglaban y busqué un libro para leer mientras cenaba. Comer/cenar/desayunar es una de las cosas mas aburridas que hay, el ponerme a masticar sin hacer otra cosa hace que me ponga a pensar en idioteces, prefiero comer viendo la televisión o leyendo antes de planear matar al presidente de los Estamos Jodiendo de América, entonces pues, cenaba mientras leía un libro que pudo ser de José Agustín o de Xavier Velasco, no recuerdo que leía en ese tiempo.
Cuando llegó mi tío me encontró leyendo, me dijo que me acostara temprano, que si no en la mañana no me iba a poder levantar. Te gusta leer mucho, me dijo antes que se metiera a su cuarto, no se como le haces, a mi no me gusta leer, cuando leo es para dormirme, se rió y siguió hablando, cuando no me puedo dormir solo tengo que leer algo y en menos de un minuto me quedo dormido, me duermo con cualquier cosa, con revistas, con la biblia, hasta con instructivos, se volvió a reir y se fue a su cuarto. Yo seguí masticando y leyendo.
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